sábado, 17 de octubre de 2020

¿Qué es el ajedrez para mí? Por Álvaro Pereyra

 


Mi maestro me pidió que escriba algo sobre qué es el ajedrez para mí. Y yo le dije “El ajedrez es un crayón”, en referencia al chiste de Mafalda, y quise dar la cuestión por zanjada.

 


 

 

 Pero mi maestro me dijo que él hubiera esperado algo un poco más extenso que cinco palabras, así que, luego de advertirle que se atuviera a las consecuencias, escribí esto.

Composición tema: mi maestro de ajedrez Guillermo Llanos.

Mi maestro siempre creyó en mí. Qué creyó, es otro asunto. Al tiempo de tomar clases con él, me dijo que yo tenía condiciones. Y que él ofrecía el tiempo de las clases para que indagáramos en condiciones para qué, porque para el ajedrez no eran.

Claro, compartimos el mismo sentido del humor, haciendo  chistes de triple sentido. Entonces, la clase discurre con él empecinado tratando de transmitirle algún concepto, y yo haciendo chistes con cada palabra. Bueno, tampoco se empecina en empecinarse, enseguida toma la vía fácil del chiste también. Y entonces, de repente, en alguna clase, digo algo como “su alfil es mejor que el mío, podría cambiar esta última pieza y jugar un final donde tengo mayoría de peones en el flanco dama”. Entonces él me mira absorto, y me dice: “pero entonces estabas escuchando todos estos meses!” Y así es, tal como él bien describe, a pesar de mis denodados esfuerzos en contrario, no he podido evitar ir aprendiendo, quizás por algún mecanismo osmótico.

Eso sí: mi estilo es claramente agresivo, busco jugadas activas, sacrifico, hasta adelanto los peones de mi enroque. Esto último colmó el vaso y me dijo: “vos no tenés sentido del peligro”. Y ahí le mostré las fotos.

 

Acá estoy escalando una pared del glaciar Torre.

 


 

Acá es cuando hice bungee jumping.

 


 

Este cartel lo pasé de largo en mi camino a hacer esquí fuera de pista

 


 

 

Aca me avisaban ojo con el buceo en cuevas, pero seguí de largo

 


 

Acá, el de regulador amarillo en la boca soy yo, buceando entre tiburones.

 


 

Y vos me decís, que tengo que tener sensación de peligro cuando adelanto un peón del enroque??

 

Entonces él hace una pausa, con la convicción de aquel que sabe que se quedará con la última palabra, y me dice: “Para todas esas cosas que hiciste en las fotos, vos aprendiste la técnica para hacerlas primero, así que sabías lo que estabas haciendo. Pero para el ajedrez aún no lo sabés, así que, a diferencia de estas fotos que me mostraste, adelantar los peones del enroque para vos es lo único REALMENTE PELIGROSO que ví.

 

Guillermo es un apasionado. Ver a un apasionado haciendo lo que le gusta, con un buen humor permanente, y con tanto afán en transmitirlo, es una celebración de la vida. Le tengo verdadero afecto y aprecio. Pero no se lo digan, o me va a hacer algún chiste de doble sentido al respecto.

 

 

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